¿Qué tal, maestro? ¡Otra vez estoy por aquí para conversar contigo de un tema importantísimo en nuestras obras! Se trata de una amenaza silenciosa que podría ponernos en riesgo. ¡Estoy seguro de que sabes de qué hablo! Se trata de los resbalones y tropiezos.
¿Alguna vez ha habido algún accidente en tu proyecto a causa de uno de estos incidentes ¡Espero que no! Y si este es el caso, ¡lee atento lo que tengo para contarte al respecto!
¿Qué son los resbalones y tropiezos?
Son un tipo de accidente que puede pasar en obra cuando nos encontramos ante superficies húmedas o mojadas. Aunque en nuestra industria es común trabajar con agua y mezclas, como buenos maestros de obra siempre debemos mantener la zona por donde transitamos limpia, de esa manera se reducen este tipo de riesgos.
Ten presente, amigo constructor, que este es uno de los tipos de accidentes más frecuentes en nuestra industria, pese a que puede evitarse. Tanto es así que uno de cada tres accidentes en obra son producto de un resbalón o tropiezo. Y en el peor de los casos, ese resbalón o tropiezo podría ocurrir entre niveles, lo que agravaría la condición de la persona accidentada.
¿Qué podemos hacer para reducir el riesgo de resbalones y tropiezos?
La base para evitar que sucedan estos tipos de accidentes, entre muchos otros comunes en nuestra industria, es partir por una evaluación de riesgos. Pero ¿por qué resulta tan útil? Sucede que cuando hacemos una evaluación de riesgos podemos determinar cuáles son los factores que pueden dañar a trabajadores o visitantes del proyecto; de esa manera pueden saber si las medidas actuales son suficientes para prevenirlos o deben adoptar nuevas.
¿Cómo podemos contribuir a reducir el riesgo de accidente y resbalones?
Aunque un manual de seguridad y salud en el trabajo es un material eficiente para reducir el riesgo de accidentes y resbalones en nuestros proyectos, nosotros como trabajadores que día a día están en la obra también podemos poner nuestro granito de arena para contribuir a reducir este riesgo. Aquí algunos consejos:
- Limpia la zona en la que trabajes o donde vayan a transitar las personas. De esa manera no habrá obstáculos que puedan ocasionar que tropiecen o áreas mojadas que puedan provocar que resbalen.
- Sigue el protocolo de limpieza rutinaria establecido por el manual de seguridad y salud en el trabajo, ¡será bueno para ti y para el resto de tus compañeros!
- No dejes para después la limpieza de los suelos que queden húmedos por una mala manipulación, en especial si tú la ocasionaste.
- Si identificas algún obstáculo que podría ocasionar un tropiezo, notifícalo al área encargada para que pueda resolverlo. Mientras lo solucionan, avisa a tus compañeros o a quienes transiten por la zona para que tomen las precauciones de caso.
- Usa siempre el calzado adecuado para trabajar en la obra; aconseja a tus compañeros a hacer lo mismo.
¿Qué te ha parecido toda esta información? ¡Quiero lo mejor para ti, maestro! Por eso, siempre estaré dispuesto a brindarte más recomendaciones como esta. ¡Toma nota y pon el ejemplo!
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