En términos generales, sea cual fuere el material de mala calidad utilizado en la construcción de una vivienda, la vuelve más vulnerable ante los sismos y ante su propio peso; en otras palabras la hace más insegura.
Veamos algo más especifico. Si se utilizan materiales “malos”, se puede afectar negativamente a la casa de diferentes formas, depende del material del que se trate.
Por ejemplo, el utilizar ladrillo pandereta en la construcción de los muros portantes de una casa, la vuelve débil, frágil e incapaz de soportar las fuerzas que producen los sismos.