Amigos constructores, hoy quiero hablarles de un aspecto fundamental en nuestras vidas, aquel que nos define más allá de nuestra labor como maestros de obra y albañiles: la paternidad. Sé que muchos de ustedes ya tienen una familia propia o están planeando iniciarla; por eso es tiempo de dejar un momento nuestras herramientas de trabajo y recordar por quiénes nos despertamos cada día a dar lo mejor de nosotros.
Cuando la hora de trabajo termina y nos quitamos el uniforme (o la ropa de chamba como decimos los peruanos) volvemos a casa a sentir el calor de hogar nuevamente. Y con ello no solo las comodidades de un buen sillón donde descansar el cuerpo mientras disfrutamos de un cafecito; sino que también empieza el trabajo verdaderamente arduo: el rol de ser papá.
El rol de ser papá
Estoy seguro que cuando te enteraste que ibas a tener a tus hijos te sentiste el hombre más feliz del mundo. Y es que a todo hombre le gusta saber que tiene una descendencia fuerte creciendo en este mundo; sin embargo, amigo constructor, hay algo importante que quiero decirte aquí y es que debes tener presente que tu rol no se limita a un hecho biológico (saberte el padre de un niño o una niña) sino que implica que tus hijos te reconozcan como su padre y modelo a seguir; y esto se logra a partir de la responsabilidad que asumimos socialmente frente a ellos.
Es cierto que en nuestra labor diaria, enfrentamos desafíos y sacrificios para construir un mejor futuro para nuestras familias. Pero también debemos recordar que nuestros hijos necesitan de nuestra presencia y amor en su día a día; por eso, es necesario promover una paternidad afectiva y responsable, donde tengamos una presencia de calidad en la vida de nuestros hijos e hijas.
¿Qué significa asumir un rol activo en su crianza?
Cuando asumimos un papel activo en la crianza de nuestros hijos, contribuimos a su desarrollo en diversas áreas. Ese rol de papá afectuoso y comprometido se verá reflejado en nuestros hijos tanto física como mentalmente. Los niños con padres que asumen un rol activo en sus vidas, se sienten más motivados para estudiar y rendir académicamente, además tienen mejores habilidades sociales, mayor autoestima y menos predisposición a tener problemas de conducta o estrés. ¿Te das cuenta lo mucho que ayuda a tu hijo tenerte presente, activamente en su vida?
Como ves, nuestro compromiso como padres va más allá de proveer económicamente a nuestras familias. Debemos estar presentes en su crecimiento, fomentando un ambiente de confianza, curiosidad y apoyo. Cuando promovemos esta paternidad afectiva, nuestros hijos se vuelven más seguros, más independientes, más tolerantes y confían tanto en sí mismos como en nosotros.
Sé que nuestra labor como maestros de obra y albañiles puede ser demandante, pero no debemos dejar que eso nos impida ser padres presentes y comprometidos. Quiero animarte a que, junto con nuestra labor profesional, construyamos también hogares sólidos y llenos de amor. Sigamos siendo ese ejemplo de fortaleza y dedicación, no solo en los proyectos que construimos, sino también en los corazones y vidas de nuestros hijos.